
Hace años que me cuñada intenta que me anime a hacer patchwork, pero yo no me decidía, lo veía muy trabajoso, ella hace unas colchas preciosas, y sabe que me encantan las manualidades, pero lo de darle a la aguja no me acababa de convencer, pero al final me animé por hacerle unas camisetas a mis nietas, y me da que esto va a ser otro vicio. No tengo sino hecha dos y ya tengo cola esperando por ellas, pero la verdad como me gustan como me han quedado, he sacado esta foto. Que por cierto recordé que hace años hice varios bolsos como este, pero ya lo había olvidado. La de la niña con la cometa es para la pequeña, y la otra, que le faltan aún muchas puntadas por dar, será para la mayor, ya tengo el dibujo de la de en medio, y otra para Marta, otra para una amiga, otro quiere un yin yang, ufff, me parece que será mejor que siga con mi ganchillo de toda la vida. Y si que es de toda la vida, porque con once años mi madre me puso a hacer una colcha de crochet, que ahí si que se pasó, desde entonces me agobian mucho las labores grandes, yo quiero cosas pequeñas, que se acaben pronto, y es que con once años, hoy en día eso sería un delito, je, je.
Buen fin de semana a todos. Si no me ven mucho, ya saben, le estoy dando a la aguja, siempre y cuando me dejen en paz los dichosos vértigos.