
Hoy día de la mujer trabajadora quiero contarles algo que le paso a mi madre hace muchos años, lo hago como un pequeño homenaje a ella y a tantas mujeres que trabajan en sus casas o fuera de ellas ganando un salario injusto.
Mi madre como todas las jóvenes de su época aprendió toda clase de labores, de sus manos salían verdaderas maravillas, pero sin duda destacó en el bordado a maquina, de pequeña yo no me cansaba de ver las maravillas que aparecían sobre la tela, mientras ella movía ágilmente el tejido tensado entre dos aros de madera.
Mi abuela se enfermó y no mejoraba, el medico le recomendó un medicamento muy caro, que mi familia no podía comprar, entonces mi madre se enteró que la bordadora mas famosa de Las Palmas necesitaba contratar a alguien que la ayudase, mi madre acudió corriendo llevándole un muestrario de lo que ella hacia.
La bordadora la contrato enseguida. En esos años solo recuerdo a mi madre siempre junto a la maquina de coser. Por la tarde venia la señora a recoger el trabajo hecho en el día, mi madre se quejaba de que le pagaba muy poco, por tantas horas de trabajo, pero ella le decía que apenas se ganaba una peseta con ella.
Una tarde mi madre, mi tía y yo fuimos a visitar a una amiga que regresaba a la isla después de vivir años en
Como me gustaría que esas cosas ya no pasaran, pero desgraciadamente, cuantas mujeres y niños siguen trabajando de sol a sol por un salario injusto. Ojalá todo esto acabe pronto y tengamos un mundo igual para todos.
Esto lo escribí al poco tiempo de empezar en este mundo virtual, hoy lo recordé y de nuevo lo comparto en el día de la mujer trabajadora.
La imagen la encontré en la red, es la misma máquina que tenía mi madre.