
No sé quién de nosotros lo llamó así: “la puerta de la luna”. Es posible que influyeran en ellos los relatos de piratas, tesoros ocultos, o cosa parecida, leída en cualquier libro. En todo caso, ninguno de nosotros entendía claramente este nombre, pero contenía todo un mundo secreto, aparte y absolutamente nuestro.
Así empieza un articulo donde Ana Mª Matute explica lo que era la puerta de la luna, titulo del libro donde se recopilan todos sus cuentos y relatos cortos, no lo pongo todo para no cansarles, pero si les dejo el final, para mí tan hermoso como su discurso.
Sin embargo, aún tenemos la puerta de la luna. Se recupera, lo sé muy bien, en la hora de la soledad que todos buscamos en el transcurso del día. En ese día de soledad que todos pedimos, necesitamos, en el transcurso de los meses, de los años. En la puerta de la luna los niños crecían despacio, dentro de sí. En nuestra hora de soledad, la puerta de la luna nos devuelve al niño que aún vaga dentro de nosotros, buscando inútilmente puertas y ventanas por donde escapar.
Soy muy feliz porque mi admirada escritora ya tiene su premio, pero hace muchos años que ya debía tenerlo en su poder. Felicidades Doña Ana Mª Matute.
Buen fin de semana y sean felices.