Fin de carrera

Para comentar con los amigos que mi hijo ha terminado la carrera, de verdad, me he tenido que tomar unos días para poder escribir. Acabamos agotados, si, todos, no sólo él, auque pobrecito mío, la responsabilidad era suya. Asistí a los ensayos, y aunque estaba contenta y segura, el día del examen, yo estaba fatal, pero gracias a Dios todo salió bien, bueno mucho mejor que bien, el concierto de Ravel para mí sonó de una forma que no puedo contar, tendrían que escucharlo. La pena es que mientras tocaba, pensé que se podía haber grabado, pero los nervios no nos dejaron pensar en eso.

Me siento muy contenta, pero sigo pensando que esta carrera no puede ser tan larga, para al final tener un examen que dure hora y media, después de catorce años de estudios, me parece una exageración. Pero el caso es que como diría María Jiménez – Se acabó.

Ahora espero que el destino le depare lo mejor, porque se lo merece, por luchador, por trabajador, porque se lo ha currado él sólo, porque estos últimos años lo ha pasado muy mal, pero así y todo aguantó como lo que es. UN CAMPEON. Puede ir por la vida con la cabeza muy alta, su titulo se lo ganó a pulso, día a día, trabajando hasta la víspera del examen. Será un profesor magnifico, al cual adoraran sus alumnos, porque es cariñoso, le gusta compartir lo que sabe, no tiene doble cara, heredó todo lo bueno de su abuelo, que fue mi padre. Aparte es un buen intérprete, ya que logra transmitir con el piano todos sus sentimientos, y eso si es verdad que no es fácil. Habrá profesores que tendrán mucha técnica, pero si no saben hacérsela llegar a sus alumnos de poco le vale. Mi hijo sabrá hacerlo, no porque lo diga yo, que al fin de cuentas soy su madre, es que lo sienten otras personas que lo han escuchado. Pero lo principal es que al igual que mi admirado Saramago, mi hijo es una buena persona, y es de eso de lo que más orgullosa me siento. Mucha suerte Alberto. TK.

PD. No he podido subir el vídeo en que toca él, pero ésta canción significa mucho en su vida.