Alegría inesperada.

Esta tarde me he llevado una sorpresa enorme, algo que ni siquiera me podía imaginar, fuimos a dar un paseo al sur, yo para no variar, acabé en un supermercado, le dije a mi hija Marta que fuera a buscarme, me dijo que si, y poco después nos llamó y dijo que nos esperaba tomando café en la avenida, me llevé un sofoco, ya que llevábamos cosas de peso, protestando nos fuimos mi sobrino y yo, al llegar a la avenida yo miré y me dije que vaya dos chicas más parecidas a mis niñas de Alicante, volví a mirar, y entonces vi a Marta y mi otro sobrino junto a ellas, fue algo extraño, pensé que me había dado algo raro en la cabeza, pero, no, era que estaban allí las dos. Lo tenía planeado mi hija Marta de tiempo, y yo en la inopia, fue una alegría enorme, aún no me lo puedo creer, a una hacía cinco años que no la veía y a otra diez. La pena es que sacaron un vídeo, pero no del momento justo de verlas, allí mi cara sería digna de verse.

Aquí me tienen ya recuperada de la impresión, y con cara de aún no creerme que las tenía delante. Todos lo sabían, menos yo. Aunque son pocos días, espero aprovechar para disfrutar de su compañía. Alegrías como estas deberíamos tener a diario.

Buena semana para todos, y si me ven poco, ya saben que estoy con las niñas de ChocolaThe.