Luna llena

Estos días pasados tuvimos unas noches de luna preciosas. A mi mente vinieron los recuerdos de mi niñez, nunca me gustó la oscuridad. En el patio de mi casa había un árbol grande, cuyas ramas llegaban a la altura de la segunda planta, allí estaba mi dormitorio, cuando hacía viento las veía mover desde mi cama, y sinceramente me asustaban, ya que lo que veían mis ojos eran sombras que se agitaban, por el contrario, en las noches de luna, yo podía ver perfectamente las ramas de nuestro árbol, y entonces no me daba ningún susto. Será por eso que sigo fascinada por las noches de luna llena.

Les dejo una foto que saqué desde la ventana.

Les quiero comentar una cosa antes que me olvide, hay cosas que vale la pena saber. Entrevistaron a Moncho Borrajo en la radio, ya que ha creado una especie de fundación para ayudar a niños con alguna enfermedad, o que necesiten una beca de estudios. A mí este hombre siempre me pareció muy autentico, vi muy poco de su espectáculo, pero los amigos que le vieron en directo, me comentaron que era genial. Me extrañó que se retirara aún joven y en pleno éxito, en la entrevista me enteré que lo hizo para cuidar a su padre enfermo, pero como no quiso que él se enterara, por eso dijo que se retiraba, ahora que su padre ha fallecido, lo ha contado. Actualmente se dedica a pintar, y de volver a un escenario, sólo sería para recaudar fondos para su fundación. Explicó que él vio como su madre cuidó a sus abuelos, y que esas cosas que se aprenden de chico no se olvidan. Me pareció algo precioso en los tiempos que corren, aunque me da que no todos recuerdan lo que vieron hacer a sus padres, sea como sea, bravo por Moncho Borrajo.

Esta semana se pasó deprisa, o yo estuve muy ocupada, tanto que no he pasado a visitar a nadie, de nuevo les pido disculpas. Les deseo un feliz domingo y una buena semana.

Prometo portarme bien y visitar a partir de mañana. Sean felices.